Beatriz no sabía cómo, ni de dónde venía, ni mucho menos por qué qué tenía ese circo en la cabeza de pronto.
Pero ahí estaban: las dos mejores alumnas, las gemelas Lina y Lía, con sus peinados prolijos;
la directora Luisa, atenta y vigilante, con su gesto de lechuza.
Arriba, montando un caballo en el aire, la profesora de Geografía, en una posición tan torcida
que parecía una medialuna. Y abajo, sosteniendo el caballo con la fuerza de sus dedos, el Maestro Tossi,
con cara de distraído, pensando vaya a saber uno en qué cuenta difícil.

Texto inedito: Luciana De Luca

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